Hay momentos en que se toman decisiones de vital importancia para tu proyecto de vida, futuro próximo, o a largo plazo. Dentro de estas decisiones se incluye la de separarse o divorciarse, a pesar de que no sea un camino fácil y más para los peques de la casa, siendo las consecuencias psicológicas de la separación y el divorcio de enorme impacto emocional y trascendencia en etapas tan importantes como la infancia, la pre-adolescencia y la adolescencia.
DECIDIENDO SEPARARME O DIVORCIARME.
Crear una familia no es una de esas decisiones que se toman en un momento «a lo loco», sino tras vivir ciertos acontecimientos y situaciones en las que se demuestra estar unidos y tener un compromiso. Pero en toda vida familiar siempre hay conflictos y discrepancias, y estas dependiendo de sus matices e importancia, serán las que con el tiempo acabarán haciendo mella en la relación y menoscabando su calidad, intimidad, secretos, etc., haciendo que la pareja se rompa, repercutiendo sobre los hijos uno de los efectos más directos, como el afrontamiento del estrés y la adaptación a una nueva estructura familiar con figuras progenitoras separadas, lo que puede suponer un daño emocional y psicológico sea cual sea su edad y más si son menores.
En estas situaciones muchos padres os sentís desorientados, perdidos, con gran incertidumbre ante cómo van a desarrollarse las cosas a partir de ahora. Surgen cantidad de preguntas y dudas que antes no existían o no se planteaban, dado que la educación se hacía lo más conjunta y consensuada posible. Pero ahora…
¿CÓMO SERÁ LA VIDA DE MIS HIJOS TRAS LA SEPARACIÓN O DIVORCIO?
¿Con quién van a vivir mis hijos?, ¿cuántos días voy a verlos?, ¿qué horarios tendremos disponibles?, ¿seguirán en el mismo colegio?, ¿cómo los verán sus amigos ahora?, ¿se quedarán sus cosas en la casa de siempre, o se las trae a mi nueva casa?, ¿qué régimen de visitas y económico establecemos?, ¿los abuelos podrán verles cuándo quieran?, ¿si no es amistosa la separación o divorcio cómo afectará a mis hijos, y a mí?, etc.
Nos quedamos cortos con estas preguntas, al ser miles las que abordan el pensamiento y generarán raras sensaciones, llegando incluso a veces a quitar o impedir el sueño y la tranquilidad.
¿AFECTARÁ PSICOLÓGICAMENTE A MIS HIJOS?, ¿Y A MÍ?
Esto, en la mayoría de situaciones termina por convertirse en diferentes síntomas psicológicos que afectan a todos, tanto padres como hijos. Aparecerán síntomas de ansiedad (como respuesta anticipatoria a una amenaza futura, la separación), intranquilidad mental e inestabilidad emocional, pensamientos de incertidumbre, nerviosismo, agitación y más sensaciones, que en el caso de los niños puede llevarles a una pérdida en la calidad de salud mental, siendo el miedo, como amenaza inminente real («mis padres se han separado») o imaginaria («mis padres se van a separar»), la emoción característica.
Así mismo, también pueden aparecer alteraciones conductuales, teniendo comportamientos extraños tanto en casa, como con los amigos o en la escuela, teniendo dificultades para concentrarse, se agitan o encuentran más nervioso de lo habitual, están más retraídos o por el contrario agresivos, muestran mutismo y están callados en situaciones en las que antes no lo estaban, etc. Estos son algunos de los síntomas que más se dan como consecuencias psicológicas derivadas de estos procesos de separación y/o divorcio.
CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS DE LA SEPARACIÓN Y EL DIVORCIO.
Aquí te damos algunas pistas para que puedas identificar si vuestro proceso de separación o divorcio está afectando a vuestros hijos:
- Miedo o ansiedad excesiva para el nivel de desarrollo de tu hijo.
- Malestar excesivo y recurrente cuando se vive o se prevé una separación del hogar o de las figuras parentales.
- Miedo a estar sólo o sin las figuras de los padres en casa u otros lugares.
- Resistencia o rechazo a dormir fuera de casa o sin alguna de las figuras paternas.
- Pesadillas recurrentes sobre separaciones y/o divorcios.
- Quejas inusuales de síntomas físicos (dolor de cabeza, de estómago, náuseas, vómitos, etc.).
Si advertís alguno/s de estos signos en vuestros hijos, os recomendamos acudir a un profesional de la psicología para que pueda ayudaros, orientaros e indicar cómo afrontar esta situación, así como ayudar a vuestro hijo a entender los cambios que se están produciendo en casa y en la familia. Hacerles llegar que sus padres se separan por motivos que sólo tienen que ver con ellos y no con los hijos es un punto muy tranquilizador, así como explicarles cómo os vais a organizar y vivir a partir de dicho momento.
En otro post hablaremos acerca de las repercusiones judiciales que tienen estos procesos y qué figura tenemos los psicólogos como peritos judiciales para la evaluación y determinación de la guardia y custodia de los menores.
El papel que rompió la niña tiene reparación
Reparar una pareja depende de cada caso y cada pareja. Siempre hay soluciones para estos problemas, pero hay que considerar si mantener la pareja unida por los hijos es la mejor opción para la pareja y para los propios hijos. En la mayoría de ocasiones, las discusiones hacen más daño que la propia separación.
El papel que rompió la niña se arregla digan si o no se arregla o no se arregla
Nos remitimos a la respuesta dada al comentario anterior. Cada situación y pareja son particulares y la solución depende de esas particularidades.
Interesante artículo, gracias.
Gracias por leer nuestro artículo. Cualquier duda, pregunta o sugerencia que tengas, puedes escribirnos por email o por WhatsApp al 637892321. ¡Un saludo! 🙂